Albacete. Martes, 12 de septiembre de 2023.
Toros de La Palmosilla para Miguel Ángel Perera, ovación y dos orejas; Juan Leal, oreja y oreja tras aviso; Ginés Marín, saludos y silencio.
Entrada: Menos de media plaza.
El primero de La Palmosilla Arisco de 497Kg , burraco y nº 22 con el guarismo 8 y cinco años, fue manso, flojo y sin entrega. Suelto y sin fijeza donde Perera lo fue probando según los terrenos y nada. Estocada y ovación al torero.
El segundo de la tarde Quejoso con el nº 68 y 531 Kg de peso negro y con buenas hechuras, embestía con poca codicia al capote de Juan Leal. Pobre pelea en el caballo y falta de transmisión en la faena del francés, El torero orientó finalmente su labor con varios redondos citando por la espalda. La espada cayó muy baja y, la presidencia premió con una oreja.
El castaño que hizo tercero de nombre Erudito de 523 Kg y nº 3 en los costillares tuvo también buena presentación, alto en sus hechuras. Ginés Marín, basó su toreo a media altura. Estocada tendida y baja y un aviso.
Perera consiguió una faena importante en contenido y técnica al cuarto de la tarde, un toro con nobleza, calidad y muy falto de fuerzas. Inició el torero con el pase cambiado para luego aprovechar las excelentes noblezas del toro de La Palmosilla encadenando tandas con temple y hondura sobre el pitón derecho de sobresaliente ejecución. Gran faena y gran toro si hubiese tenido más fuerza. Estocada efectiva y dos orejas.
El quinto Escopetero de nº 70 y 548 Kg fue astado deslucido, más falto de fuerza que sus hermanos y manso de condición. Echaba la cara arriba en sus cansinas embestidas. Aviso y efectiva estocada. Oreja muy protestada. Exagerado premio.
Cerró la corrida un toro sin entrega, Gorrito de 532 Kg y nº 7 en los costillares que manseó mucho en su lidia. Le costaba embestir y si lo hacía, era sin entrega, andando y echando la cara arriba. Nada tenía dentro y nada sacó Ginés Marín. Media estocada y descabello. Silencio.
………. ya lo decía mi tío José María. – “ … tanta gratitud me aflige….
Tarde con menos de media entrada, ni toros que puedan tener, al menos, la dicha de nombrarse como tal por falta de fuerza, fiereza y nobleza; y diestros que sabiendo como están las circunstancias ofrezcan al público aficionado la entereza de doblegar las muestras de aquellos aficionados de apreciar las bondades del toreo. Antes, hasta sin toro .. se toreaba… .si Constantino levantara la cabeza.