TORO DE LIDIA
CUIDADO Y CRÍA DEL GANADO
El toro bravo nace y se cría en el campo, en la dehesa. La dehesa es una gran finca de secano, con abundantes pastos y arbolado, en general encinas y robles. En ella pastan las reses de las ganaderías.
El cuidado del ganado de lidia se realiza de forma tradicional y natural al contrario que en la ganadería intensiva, donde se trata a los animales como si fueran máquinas en lugar de seres vivos y los mantiene encerrados en un espacio poco mayor que su propio cuerpo, hacinados en naves industriales, forzados sólo a comer y producir, con hormonas sintéticas para acelerar el proceso.
En tan antinaturales condiciones no resulta extraño que los animales se hallen estresados, débiles y enfermen fácilmente, así que los atiborran de tranquilizantes, antibióticos, etc. Los alimentos que producen estas granjas contienen inevitablemente residuos perjudiciales de medicinas y hormonas.
Los antibióticos añadidos de forma sistemática en la dieta de los animales de granja intensiva pueden ser el origen de la resistencia que han conseguido algunas bacterias patógenas causantes de enfermedades tan serias como las neumonías, salmonelosis y tuberculosis, una resistencia que las hace inmunes a los medicamentos con que tradicionalmente las controlábamos. Recordemos también el caso tremendo de las vacas locas contagiadas a miles porque en el pienso se les mezclaba harina de sesos de otras vacas que habían sufrido la encefalopatía espongiforme bovina (EEB), alimentar con derivados cárnicos a herbívoros es algo tan aberrante que al final obligó a sacrificar inútilmente a cientos de miles de animales y cientos de personas afectadas en Inglaterra de la enfermedad de Kreuztfeldt-Jakob (ECJ). Además de cuando en cuando se descubren casos de hormonas cancerígenas y prohibidas que han utilizado algunos desalmados para el engorde rápido de su ganado.
Sin embargo la alimentación del toro de lidia es un factor esencial para que los animales puedan demostrar su potencial productivo y, cómo la producción es hecha casi exclusivamente a pasto. La alimentación de las reses es muy importante. En el campo se cuida mucho a los toros desde su nacimiento. Antes de ser lidiados, y durante su crecimiento, reciben en el campo todo tiempo de atenciones, desde la comida hasta los controles veterinarios que pasan periódicamente en la ganadería.
Esto se debe a que durante toda su vida no hacen nada más que alimentarse y correr libres por el campo. En muchas ocasiones pasan lejos de la presencia del hombre, sin que esto signifique su descuido porque se verifica que no les de enfermedades respiratorias, como pulmonía, por el duro clima que deben soportar. Generalmente pasan en manada y rechazan al hombre, por eso hay que manejarlos con mucho cuidado, un movimiento brusco podría ser mortal.
No es negocio A decir de los ganaderos, la crianza de animales bravos no es negocio, porque se invierten significativas sumas de dinero en su alimentación y especial cuidado. Más es el amor a los animales, la pasión por su fuerza y su elegancia la que mantiene viva su especie. Si no existieran los ruedos para estos animales, su raza se hubiera extinguido. Todos los cuidados y tratamiento de este ganado, hacen que el precio de los toros de lidia puede alcanzar los 8.000 euros.
MEDIO AMBIENTE
La ganadería de toro de lidia representa una actividad muy importante en la preservación del medio ambiente de cada región donde está ubicada, conservando las condiciones naturales originales sin cambiar el uso de suelo, protegiendo la vegetación endémica y preservando la fauna silvestre existente, dándole sustentabilidad permanente a su vocación natural como agostadero, llevando a cabo prácticas de conservación como el sistema de rotación de potreros, que hacen más eficientes la producción de pastos, invirtiendo en obras de infraestructura especiales y necesarias como cercas, abrevaderos y saladeros (con sal adicionada con minerales) localizados estratégicamente para conducir al ganado a sitios poco frecuentados.
SOSTENIBLE
Es necesario que el uso de la práctica racional y sustentable se generalice con el ejemplo en otras explotaciones de propiedad particular y colectiva, siendo la forma como la ganadería de toros de lidia contribuye de manera fundamental a poner el ejemplo en la práctica del uso racional del campo para su conservación y mejoramiento, con un clima cada día más atípico, extremoso, irregular e impredecible.
La carne de toro de lidia, todo un manjar ecológico Como se ha dicho, el toro preserva de la avaricia humana traducida en especulación urbanística o en la simple depredación de los elementos que forman todo tipo de ecosistemas; sin embargo, existe otro aspecto en la crianza del toro de lidia que no debe pasar desapercibido, ya que la carne que produce el espectáculo de los toros se puede considerar de todo punto ecológica. Y es que nada tiene que ver el cuidado que reciben estos animales con los procesos productivos que se realizan en una granja de vacuno. El toro bravo requiere de unas garantías sanitarias y una alimentación tan equilibrada y natural que podría considerarse propia de atletas, de ahí que este producto alimentario tenga tal calidad que no pocas voces hayan reclamado para él una denominación de origen.
Las características fisiológicas del toro de lidia lo han llevado a la gloria, por considerarse el símbolo de un país.