Rubén Pinar y Sergio Serrano comparecen este 14 de septiembre para dar lidiar un encierro de Victorino Martín. Serio, complicado y haciendo honor a su nombre “los victorinos”.
Abrió plaza Herreriano, un negro entrepelado de 489 kilos de peso, herrado con el 49, nacido en enero de 2016 y al que Rubén Pinar recibió a portagayola. Herreriano, apretó bien en el caballo y no dio facilidades en banderillas, brindando Pinar su muerte al público antes de comenzar la faena de muleta. Muy complicado y con más de alimaña que de toro bravo, Herreriano estaba poniendo en serios peligros a un Rubén Pinar que al mínimo error que cometió voló por los aires y pudo resultar herido por el pitón, dándole, eso sí, una paliza tremenda.
Y de nuevo los afilados pitones del Victorino casi hicieron presa, rompiendo de arriba abajo la taleguilla del torero en su pierna derecha, pero dejando Rubén Pinar una buena estocada que mandó al astado al desolladero. El público reconoció la labor del torero y lo premió con una merecida oreja
El segundo de la tarde fue Garañuelo, un ejemplar nacido en febrero de 2016, herrado con el 65, cárdeno bragado de capa, de 534 kilos de peso y al que Sergio Serrano, igual que hizo Pinar en el primero de la tarde, también recibió a portagayola.
Estuvo Serrano muy elegante con el capote y dejó lances de gran belleza, cuajando después su cuadrilla dos grandes tercios de varas y banderillas; donde demostraron un gran conocimiento del encaste que tenían enfrente y donde hicieron todo bien.
Entró a matar con decisión y echándose encima del de Victorino, dejando una estocada hasta la bola que aunque tardó en serlo ya que el toro todavía estaba muy entero, fue efectiva y mandó al Victorino al desolladero. El público pidió con fuerza los trofeos y Genoveva Armero otorgó las dos orejas
Alevia fue el tercero de la tarde. Negro entrepelado, herrado con el 62 y nacido en noviembre de 2015, un peso de 498 kilos.
Alevia con su brusca embestida y empezó a quedarse cada vez más y más corto cuando tomaba los engaños de Rubén Pinar, obligando al torero a pisar terrenos muy complicados y a pegarse un buen arrimón. Mató de un estoconazo que hizo rodar al toro casi sin puntilla y cortó con justicia una oreja.
Hechicero fue el cuarto de la tarde, un cinqueño chorreao de capa negra entrepelada, nacido en noviembre de 2015, herrado con el 47, de 490 kilos de peso al que Sergio Serrano recibió en una accidentada portagayola.
Brindó Sergio Serrano el toro a López Galiacho, comenzó en terrenos abiertos para evitar las querencias y consiguiendo que tragase los muletazos, estuvo muy torero y por encima del toro, que se tiró entre los pitones a la hora de matar y dejó una gran estocada. Paseando una merecida oreja.
El último del lote de Rubén Pinar fue Portezuelo, un ejemplar de 535 kilos de peso, nacido en diciembre de 2015, herrado con el 44 y negro entrepelado de capa.
El de Victorino presentó muchas dificultades intentando cada vez que se tragaba un muletazo hacer por el Tobarra, insistió Pinar pero las dificultades iban aumento, lo mató de una certera estocada. Saludo y ovación desde eltercio.
Cerró plaza Plantista, un negro entrepelado de capa y de 474 kilos de peso que estaba herrado con el 78 y fecha de 2015. Trató Serrano de hacerlo ver tanto por la derecha como por la izquierda pero, el animal se “revolvía” con peligro. A la tercera entrada el animal dobló las manos y se fue al desolladero entre pitos del respetable.
Comentarios y fotografía F.F.L. (con lecturas de D.A. y T.A.)