………. ya lo decía mi tío José María.- “ ………al abrirse la puerta de chiqueros y salir el toro, si tú no puedes con él, ….él puede contigo!!!!
y así José Fernando Molina nos demostró ayer que está preparado y empieza a conocer el dominio del temple para consagrase este próximo 15 con su alternativa……..o no. Está por ver.
Los novillos, del hierro madrileño de Montealto, estuvieron bien presentados en líneas generales y ofrecieron juego desigual. Muy pareja en las hechuras, así como en el comportamiento, algunos llegando, pese a su nobleza con debilidad a los encuentros.
Abrió plaza Carretilla, de capa castaña chorreada, herrado con el número 37, nacido en noviembre de 2018 y de 485 kg de peso. Conforme fue avanzando la faena y sin exprimirlo mucho el novillo se fue viniendo abajo y una vez que el de Montealto abrió la boca dio por perdido todo lo conseguido en los trasteos.
Alamito fue el segundo de la tarde, un colorado de 443 kg, herrado con el nº 63 en los costados y nacido en marzo de 2019. Embestida floja, que ya antes de entrar al caballo había perdido las manos en un par de ocasiones y que después, por desgracia, continuó por similares derroteros.
En tercer lugar, Vanidoso, saltó al albero justo antes del intermedio, con 444 kg, capa colorada, herrado con el 66 y nacido en marzo se 2019.
Era tal la flojedad del astado que el tercio de varas pasó desapercibido y tan sólo hubo un picotazo. En banderillas, tres cuartos de lo mismo, muy cuidado por la cuadrilla para llegar a la muleta.
Veraniego saltó al ruedo en cuarto lugar, un colorado ojo de perdiz de 464 kg, herrado con el 78 y nacido en enero de 2019.
Correoso de salida y algo despistado, le costó entrar en faena, pero entró, y lo hizo en gran medida por el buen hacer de su lidiador con el capote.
Poco hubo en los tercios de varas y banderillas
Camaqueto quinto de la tarde, un ejemplar colorado de 455 kg, herrado con el 71 en los costados y nacido en enero de 2019.
Cerró plaza Ventajista, de 512 kg, colorado de capa, nacido en septiembre de 2019 y herrado con el 73 en los costillares.
Víctor Hernández, que dejó buenos lances de recibo y que, con la izquierda llegaron los momentos más emocionantes de la faena, cargando la suerte al natural y dejando alguna que otra tanda de bellos muletazos. clavó hasta los gavilanes y el novillo casi rodó sin puntilla, siendo reconocida su actuación por el público con una merecida oreja.
En su segundo, los mejores momentos llegaron cuando se echó la muleta a la izquierda, con la que templó, cargo la suerte y desplazó al novillo con armonía, obteniendo el reconocimiento del público en forma de aplausos.
José Fernando Molina mostró con sobrada holgura que está más que preparado para tomar la alternativa el próximo día 15 y templó con torería al de Montealto, haciendo las delicias de un público que estaba sabiendo reconocer el buen hacer y que le sacó hasta el último muletazo que tuvo sin permitir ni consentir el más mínimo enganchón.
En su segundo, Molina templó al astado a los medios y allí recordó en algunos momentos al maestro Dámaso por su manera de templar y volvió a demostrar que lleva un gran torero dentro y que quizá pueda dar mucho que hablar.
Alarcón en su primero, nunca se sintió cómodo en la cara del novillo y aunque no hay que reprocharle falta de entrega, su toreo estuvo muy por debajo de lo que se había visto hasta el momento durante el festejo y a pesar de que hubo alguna que otra protesta por ello.
Acertó con los aceros y mandó rápidamente al desolladero a su oponente, hubo fuerte ovación, que el novillero recogió y respondió desde el tercio.
Hoy no era la tarde de Álvaro Alarcón, pero no porque él no se entregara o no expusiera, sino porque le tocó el peor lote y sin oponente es complicado que se pueda hacer nada sobre el ruedo.
En resumen.-
Víctor Hernández: en su primero estocada delantera, tendida (oreja); en su segundo estocada contraria aviso y un descabello (oreja).
José Fernando Molina: en su primero pinchazo hondo (oreja); en su segundo estocada desprendida (dos orejas).
Álvaro Alarcón: en su primero aviso y estocada baja (saludos); en su segundo pinchazo, estocada, cuatro descabellos y se echa el toro (silencio).
Quinta de abono con novillos de Montealto, serios y con excelente presentación. Asistencia de público menos de media plaza.