…….lo decía mi tío José María……. “¡Qué tiempos aquellos!”, era habitual que los banderilleros parasen los toros de salida, porque antes los toros hacían cosas feas de salida, extrañas, recortes, estaban menos definidos que ahora. Uno de los mejores fue “El Vito”, nació con ese don, ya en las capeas banderilleaba incluso a los bueyes y como no aparentaba la edad que tenía, cuando la gente lo veía coger los palos con esa carita de niño acompañada de andares, torería y prestancia la gente disfrutaba de su presencia ante la cara del toro. Compañeros suyos fueron Luis Gonzalez, Michelín, Pinturas, Angelete, José El Andaluz, Chaves Flores, Tito de San Bernardo, Juan de la Palma.
De aquella época hay que recordar a José Antonio Campuzano, fue tan buen torero porque su profundo conocimiento es más profundo que el del más profundo aficionado; lidió por delante con ejemplar colocación, extrajo pases en los que coordinó los tres toques fundamentales: voz, muleta y pies, y mató con la calidad de siempre que los sitúan entre los mejores de los últimos años. Su toreo tenía impregnada la facilidad esquemática de los tentaderos, que su forma de estar es para minorías que generalmente lo observan desde los callejones. Sus pases a toros que no pasan surgen milagrosamente ante mansos con leyenda de bravos.
Fue yunque y martillo y torero de toreros. Para siempre seguirá siendo “El Grande” (Federico Arnás mayo de 1994)