Albacete y El Cotolengo 2025

Un año más, ya son cinco, se realiza la recogida de alimentos como donación a la gran labor que la Institución Sagrado Corazón de Jesús, más conocida por El Cotolengo realiza, en general la población se vuelca de manera altruista ya sea un paquete de arroz a una caja de leche, dan significado a los momentos de escasez que para algunas personas están viviendo.

Tanto El Club de Abonados como También Somos Cultura se encargan de recoger y posteriormente trasladar y hacer entrega de lo recogido a la directora de la Institución.

Ya con tarde agradable, que invitaba a un buen refresco, se desarrolló el Festival que con casi media plaza el personal asistente disfrutó.

Se hizo un homenaje y recuerdo a Dámaso González, entrega de placa y ramo recibido por su viuda Feli Tarruella           

Sí me faltó un recuerdo al inolvidable “Zapaterito”, quien en los momentos difíciles ha estado representando a la afición.

Abrió plaza Ruben Pinar con un toro de Toros de Ojailén. En la muleta, no le sobró la fuerza, pero embistió con nobleza y prontitud a los trastos del albacetense, cuidándolo el torero sin poder obligarlo para que no claudicara, desarrolló clase y buenas intenciones, que pudo sacarlas con un trasteo adecuado a sus condiciones, con mucho oficio y temple, terminando con una gran estocada que hizo rodar al toro sin puntilla, cortando las dos orejas

El segundo de la tarde, un toro con el hierro de Albarreal para Diego Carretero. Gran lidia de Javi Perea y solvente con los palos Ramón Martínez. Diego Carretero lo sometió por abajo, siguiendo con firmeza en una faena en la que tuvo que poner todo de su parte ya que el de Albarreal no tenía embestida clara. Tras un pinchazo, le propinó una estocada desprendida, cortando una oreja.

José Fernando Molina recibió al de Daniel Ruiz con dos verónicas de rodillas en el tercio, y otras dos de pie rematadas con una larga a una mano. El de Daniel Ruiz, embistió entregado y el temple de Molina le permitió ligarle las series, primero en redondo, donde le obligó por abajo dejándole la muleta en la cara para ligarle tres series con gran aire. Media estocada agarrada en su sitio, sin puntilla, le hizo pasear las dos orejas.

Sergio Felipe tuvo delante a un toro de Julio de la Puerta, con cuajo, al que toreó muy templado y con las manos bajas con el capote. Comenzando Sergio suave y templado por abajo, aunque pronto comenzó a protestar en los finales de cada muletazo haciéndole pasar un rato desagradable. Poco más tuvo el toro al que costaba mucho que pasara, adornándose con manoletinas muy ajustadas, necesitando de un pinchazo y estocada en su sitio, cortando una oreja.

El quinto de la tarde de Loa Chospes, que correspondió a Alejandro Peñaranda, al que recibió muy templado con el capote. Comenzó de rodillas toreando en redondo, templado, aprovechando el recorrido que tenía el de Los Chospes, que fue reduciendo pronto. Ya en las cercanías se adornó con circulares por la espalda, rematando la faena con bernardinas antes de un pinchazo sin muleta, otro más y una estocada en su sitio, cortando una oreja.

Álvaro Castillo de la Escuela de Albacete, se enfrentó a un eral de Nazario Ibáñez, al que recibió con dos largas cambiadas de rodillas en el tercio, seguidas de algunas verónicas sueltas. Brindó a Molina, cuajándole una faena muy templada y exigente, aprovechando el buen tranco del novillo, que embistió con codicia y fijeza, tras un pinchazo, le propinó una estocada desprendida, cortando una oreja.

Se cortaron en total ocho orejas en la trigésimo quinta edición de este evento, en el que los aficionados se divirtieron

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