El primero de la tarde, número 85, de nombre Bolsico, de 549 kilos y de pelo cárdeno Se emplazó y había que ir a por el. Rubén Pinar, le espero y le acabó ganando la partida bregando con él. El cárdeno derribo al caballo por derecho, empujando y ganando la pelea. El puyazo, bueno de verdad. Puso en aprietos a Iván García con los palos. Esto también es el toreo. En la muleta no tuvo ninguno, aunque Pinar lo engañó para robarle algún pase muy templado y con una limpieza igualmente milagrosa. Labor sobre las piernas de una capacidad a la altura de muy pocos. Lo cazó con la espada, muy valiente y ovación.
El Segundo nº 97, de nombre Fisgón, de 486 kilos y de pelo cárdeno oscuro Muy serio David Galván en su regreso a Albacete tras la dura tarde del año pasado. En el caballo de Daniel López, recibió un buen puyazo. Brindó Galván al doctor Masegosa una faena de torero hecho y maduro. Todo tuvo importancia. Toques suaves. Dejando la muleta más muerta y girando solo con la cintura,la espada se le fue contraria y muy trasera. A la segunda no estuvo tampoco acertado y tuvo que rematar con el descabello.
Al tercero de Victorino, número 96, de nombre Vengador, de 465 kilos y de pelo cárdeno bragado oscuro se le ovacionó de salida, se le quedó la puya dentro. Se soltó de la vara y allí en lo alto, con las cuerdas dentro. Sacarle o no sacarle la puya. Se optó por dejársela dentro. La sangre manaba por el orificio de la vaina Burbujeante y sin descanso. Una imagen impactante y tremendamente lesiva para el toro, que se fue apagando en cada embestida. La casta lo mantuvo en el combate que le planteó Marín, debutante con lo de Victorino. Lo quiso hacer todo muy suave y muy para el toro, pero no terminó de llegar el acople. Lo mató perfecto.
Con el cuarto nº 43, de nombre Mecatero, de 501 kilos y de pelo cárdeno oscuro hizo un esfuerzo formidable. Brindó al público y comenzó una batalla encarnizada. Un toma y daca constante. Le tenía que ganar el torero siempre la acción. Llevándolo muy tapado y siendo más rápido que él para girar y quedarse listo para el siguiente. Tuvo más emoción que transmisión. Inteligente y capaz. Lo mató muy bien, pero al segundo intento. Vuelta al ruedo.
En quinto lugar, ‘Cobradiezmos’. Nº 100, de 505 kilos y de pelo cárdeno bragado No hace falta decir nada más. Salió encampanado, algo más vulgar que sus hermanos. Embistió siempre con importancia y con la cara por abajo. Se lo sacó con facilidad Galván a los medios para lucirlo en el caballo. No fue alegre el toro y el puyazo quedó muy trasero. Lo intentó de todas las maneras. Gran estocada.
El sexto, número 82, de nombre Minueto, de 611 kilos y de pelo negro entrepelado. Una mole de Victorino, de los de Madrid.Para entonces la corrida ya había fracasado. Lo quiso lucir en el caballo, montado por su padre, que lo picó fenomenal en la primera entrada. A la segunda se le fue algo más trasero. Decidió hacer la faena con la montera calada. Hubo esperanzas en el inicio, especialmente después de un cambio de manos de lujo, pero no pasó de ahí el toraco. Tuvo que llegarle mucho y meterse entre los pitones. Templado y valentísimo, salvó el percance casi una decena de veces. Acabó pegándose un arrimón que rara vez se ve delante de un Victorino de ese tamaño. La espada no le ayudó. Ovación.
¡¡………ya lo decía mi tío José María, …, a buen fin, no hay mal principio!!