Con lances a la verónica recibió Castella al primero de la tarde número 64, de nombre Insensato, de 552 kilos y de pelo colorado choreado. Lo recibió Castella trasteando por verónicas, quedándose corto y tras varias chicuelinas y con buena actuación en banderillas lo lidio por estatuarios y muletazos por la derecha, lo probó por la izquierda y volvió a su derecha que era el mejor pitón, estocada trasera y caída que fue suficiente para acabar con el primero de la tarde.
El segundo de número 43, de nombre Chirigotero, de 541 kilos y de pelo negro listón,.salió suelto y echando la cara arriba en el capote de un Perera que apenas se pudo estirar no recibió castigo en el caballo. Brindis al cielo de Perera, al maestro Dámaso González, y tras el trasteo inicial con la muleta, se sucedieron las series por ambos pitones, aliviado y sin terminar de acoplarse con el astado naturales templados pero sin continuidad en una labor muy desigual. Dejó una estocada atravesada.
Lució el de Espartinas con el capote en el saludo al tercero de la tarde número 47, de nombre Desvelado, de 514 kilos y de pelo colorado chorreado, con dos verónicas de bella factura, casi a cámara lenta, y la pena fue que el toro, en su afán por perseguir el engaño clavó los pitones en el ruedo y dio una vuelta de campana. Buena faena que inició Borja Giménez en los medios, con dos ajustados pases cambiados que precedieron a una intensa serie con la mano derecha, con temple y ligazón, seguida por otro con mucho mando, pero en la que el toro ya se quedó más corto, por lo que el diestro le dio desahogo entre serie y serie. Dejó una estocada un poco trasera que fue suficiente para que el toro doblase.
La actuación de Castella con el cuarto, Número 65, de nombre Imperial, de 509 kilos y de pelo chorreado, Un gran toro. Lo recibió el diestro con lances a la verónica y el toro tomó con celo el capote, antes de un puyazo en el que empujó con un pitón y de un tercio de banderillas en el que apretó. Lo vio claro Castella quien, tras brindar al respetable, en los medios, sin enmendarse le recetó tres ajustadísimos pases cambiados. Con la derecha, más ajustado en esta ocasión, ligó dos intensas series en redondo ante un toro que sólo veía muleta y, aunque por el pitón izquierdo le costó más repetir, también tomó el engaño con franqueza. Dejó una estocada perpendicular y desprendida que fue suficiente para que el toro doblase. Dos orejas para el diestro y pañuelo azul y vuelta al ruedo para el toro.
Con el quinto, Número 72, de nombre Nometoques, de 528 kilos y de pelo ensabanado Precioso de capa, Perera lo recibió con buenos lances a la verónica, rematados con una buena media. La faena, también tuvo un inicio intenso, con dos pases cambiados en los medios, pero cuando comenzó a torear con la diestra se vio que poco futuro había, más por un toro blando. Despachó al astado con una estocada desprendida y gran ovación.
El sexto Número 73, de nombre Tunecino, de 545 kilos y de pelo colorado para Borja Giménez ya en los primeros tercios demostró mansedumbre, lo confirmó en la muleta, aunque un voluntarioso diestro lo intentó por los dos pitones ante un toro sin clase ni entrega, pero poco más que muletazos sueltos pudo arrancar. Y para remate, estuvo desacertado con la espada. Silencio y la “gente para casa”
¡¡………ya lo decía mi tío José María, …..torear es desengañar al toro, no engañarlo. Burlarlo, que no es burlarse de él.!!