Hoy en la quinta de abono no a habido lugar para al aburrimiento, motivado principalmente por el juego de los toros que desde Los Alburejos ha traído el ganadero gaditano Alvaro Domecq. Los matadores, muy entregados toda la tarde, han contribuido a que la tarde haya sido redonda. Corrida algo desigual de presentación, pero correcta para nuestra Plaza, bravos en general, encastados y con emoción, el quinto, «Sabor», extraordinario, bravo y repetidor. Enorme alegría para los aficionados que vemos resurgir a este emblemático hierro, años atrás requerido por las figuras y presente en todas las ferias importantes.
Paco Ureña, sustituto de López Simón, ha derramado pureza toda la tarde, nada para la galería, toreo caro, solvente, correcto en su primero, pero su labor mas brillante ha llegado en el cuarto, lances ajustados, citando de frente, metiendo riñones, con la mano izquierda, sublime, con la espada no falló, y tres orejas, una de sus tardes cumbres esta temporada.
Rubén Pinar, no baja el pie del acelerador, se reconvierte cada tarde, le valen todas las ganaderías, en su primero porfió con el toro, quizás el mas deslucido de la tarde, lo sometió y estuvo solvente, pero no hubo premio. En el quinto llegó la cumbre, el toro de nombre «Sabor», bravo, encastado, repetidor, de los que hay que tener los papeles al día, y Rubén los tenía, faena maciza y de poder, sin duda la mejor faena del torero en esta Plaza, tras petición de indulto, estocada y dos orejas.
José Garrido, quizá pecho con el lote menos claro, pero no se arrugó y estuvo voluntarioso toda la tarde, su primero, toro serio y encastado, lo castigó poco en varas y la faena tubo emoción, fallo con la espada, en su segundo, tesonero y buscándole las vueltas, consiguió lucimiento, aquí no falló y oreja.
Tarde muy importante en la Plaza Toros de Albacete, hacía mucho tiempo que no se lidiaba una corrida con tanto interés para el aficionado.
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